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Recortes en Intel y farmacéutica MSD: impacto en el mercado laboral costarricense

12 ago 2025


Intel Costa Rica: La compañía de microprocesadores confirmó en julio de 2025 el cierre progresivo de su planta de ensamble y prueba, lo que conllevará entre 600 y 800 despidos de personal en los próximos meses. Estos recortes se concentran principalmente en operaciones de manufactura técnica (áreas de ensamble y prueba de microchips), incluyendo técnicos de producción, ingenieros de procesos y personal de soporte en la planta de La Ribera de Belén, Heredia. Intel no divulgó públicamente la cifra exacta de afectados, pero fuentes legislativas estiman alrededor de 800 colaboradores cesados. La medida forma parte de una estrategia global de la empresa para reducir costos tras fuertes pérdidas financieras, que a nivel mundial implica eliminar cerca del 15% de su fuerza laboral.


MSD (Merck Sharp & Dohme): La multinacional farmacéutica, con más de cuatro décadas en Costa Rica, anunció en julio de 2025 un programa de reestructuración global enfocado en ahorrar $3.000 millones anuales hasta 2027. Este plan contempla recortes en puestos administrativos, comerciales y de investigación y desarrollo a nivel mundial. Merck no precisó cuántos empleos serán suprimidos ni detalló países o sedes específicas afectadas , por lo que el impacto local en Costa Rica es incierto por ahora. Es decir, no se ha informado de despidos específicos en las operaciones costarricenses de MSD al momento. Cabe señalar que, según reportes de la industria, Merck podría recortar aproximadamente 6.000 puestos globalmente en esta fase , aunque en Costa Rica la empresa incluso venía anunciando expansiones recientes (por ejemplo, 100 nuevos empleos en un centro de datos clínicos y 200 en un centro financiero). En resumen, los perfiles bajo amenaza en MSD a nivel global son sobre todo profesionales de áreas administrativas  y científicos (I+D), mientras que en Costa Rica muchos de esos roles se encuentran en sus centros de servicios especializados.


Los recortes en Intel y MSD afectan sectores estratégicos de la economía costarricense, principalmente dentro del régimen de zonas francas en el Valle Central:


Tecnología y manufactura avanzada (sector electrónica): La salida parcial de Intel golpea al sector de manufactura tecnológica. Intel, junto a otra empresa pionera de semiconductores como Qorvo, anunciaron el traslado de sus operaciones productivas de Costa Rica hacia Asia. Estas decisiones impactan especialmente a la provincia de Heredia, donde Intel opera su planta de ensamble y prueba desde 1998. La zona franca en La Ribera de Belén ha sido reconocida de  alta tecnología; ahora enfrenta la pérdida de cientos de empleos especializados. Además del efecto directo en Intel, hay repercusiones indirectas en empresas suplidoras locales de insumos y servicios asociados a la manufactura electrónica. No obstante, Intel mantendrá en el país sus divisiones de ingeniería y servicios globales con más de 2.000 empleados, preservando parte de su presencia de alto valor agregado en Costa Rica. Esto significa que Heredia continúa albergando funciones de desarrollo e innovación de Intel, mitigando en parte el vacío industrial dejado por el cese de manufactura.


Ciencias de la vida y servicios corporativos (sector farmacéutico y afines): En el caso de MSD, cualquier impacto local se enmarcaría en el sector de ciencias de la vida y servicios empresariales. MSD ha consolidado en Costa Rica centros de servicios financieros  y centros globales de datos clínicos (en San José). Por ahora, no se reportan despidos masivos en estas operaciones, pero el anuncio global genera incertidumbre en el sector farmacéutico y de servicios. Este sector, no obstante, ha sido más resiliente e incluso expansivo recientemente: por ejemplo, MSD inauguró en 2023 un nuevo centro de manejo de datos oncológicos con expectativa de decenas de contrataciones. Las regiones del Gran Área Metropolitanal (donde operan los centros corporativos de MSD en zona franca) y San José (donde se ubican oficinas centrales y hubs de datos), estarían entre las más impactadas si llegaran a concretarse recortes locales. En síntesis, el impacto regional directo de MSD ha sido limitado hasta ahora, concentrándose la preocupación en el entorno de servicios profesionales y científicos que la empresa lidera.


Desempleo general y recolocación de talento especializado

Pese a estos anuncios de despidos, los indicadores de empleo a nivel nacional se han mantenido relativamente estables e incluso muestran mejora reciente. La tasa de desempleo en Costa Rica se ubicó en 6,9% en mayo de 2025, lo que representa una disminución de 1,77 puntos porcentuales respecto al año anterior. En términos absolutos, unas 162.000 personas estaban desempleadas a esa fecha (90 mil hombres y 72 mil mujeres). La magnitud de los despidos de Intel (~800 personas) equivale a alrededor del 0,5% de esa población desempleada, por lo que el efecto directo en la tasa nacional de desempleo es acotado. En otras palabras, no se espera un repunte significativo del desempleo general atribuible solo a estos recortes, dado el contexto de generación neta de puestos en otros sectores (53.000 nuevos empleos creados en el último año según el INEC) y la relativa pequeña proporción que representan los ceses de Intel/MSD en la fuerza laboral total.

 

El reto es la recolocación del personal  especializado que queda cesante. Tanto Intel como MSD cuentan con colaboradores de  nivel técnico, dominio de inglés y experiencia en industrias lideres. Afortunadamente, esas habilidades tienen demanda en el mercado local, e incluso paradójicamente la escasez de talento especializado es un problema recurrente que han señalado las empresas en zona franca. De hecho, la falta de personal capacitado es el segundo factor que más afecta la competitividad de compañías manufactureras en Costa Rica, según la Cámara de Industrias. Esto sugiere que muchos de los ingenieros, técnicos y profesionales despedidos podrían reubicarse con relativa rapidez en otras firmas que buscan ese capital humano.


La Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER), junto con Intel, activó un plan de recolocación laboral: se dispone de servicios especializados para ubicar a los trabajadores afectados en otras empresas del sector manufacturero que requieren mano de obra  especializada. Esto incluye ferias de empleo cerradas, bolsas de trabajo específicas y posiblemente capacitaciones puntuales para reorientar habilidades. Durante el anuncio del cierre, Intel enfatizó que “tratarán a las personas con cuidado y respeto” y las apoyarán durante el proceso, lo cual suele traducirse en paquetes de liquidación competitivos y asistencia de recolocación. En el caso de MSD, al no haberse confirmado despidos locales, no se ha activado un plan de reubicación interno; sin embargo, la compañía mantiene programas de movilidad interna y desarrollo profesional que podrían absorber a empleados cuyos roles pudieran ser eliminados globalmente.


En resumen, el impacto inmediato en el desempleo general ha sido contenido, y existe un potencial  de recolocación para el personal técnico especializado, apoyado tanto por la demanda existente en sectores dinámicos como por iniciativas público-privadas para reenganchar a estos trabajadores en nuevos puestos.


Perspectivas a mediano plazo:

Autoridades gubernamentales, incluyendo al Ministerio de Trabajo y al sector de comercio exterior, han subrayado que estos recortes obedecen principalmente a decisiones corporativas globales y no a un detrimento fundamental de las condiciones país. Desde el Ministerio de Trabajo (MTSS) se ha indicado de manera general que se brindará acompañamiento a los trabajadores afectados, asegurando el cumplimiento de sus derechos laborales (pagos de prestaciones, etc.) y facilitando su vinculación a oportunidades laborales emergentes. Si bien el MTSS no ha emitido pronunciamientos detallados públicamente sobre el caso Intel/MSD, históricamente en situaciones similares ha colaborado con plataformas de empleo (por ejemplo, integrando bolsas de trabajo junto a CINDE y COMEX en 2014 para exempleados de Intel). Es de esperar una postura oficial de calma y monitoreo, confiando en la resiliencia del mercado laboral local.


Por su parte, el sector empresarial costarricense ha reaccionado con una mezcla de preocupación y llamado a la acción. La Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) externó su inquietud por el impacto económico de la salida de Intel, señalando que es un toque de atención sobre la necesidad de reforzar la competitividad del país. Representantes industriales han convocado mesas de trabajo para discutir soluciones y medidas mitigantes, con reuniones de alto nivel tras el anuncio de Intel. Entre las preocupaciones manifestadas por líderes empresariales y analistas están factores estructurales como el costo de la electricidad, la infraestructura logística, la disponibilidad de talento y la flexibilidad laboral. Por ejemplo, se mencionó que la no aprobación de la jornada 4/3 (jornadas de 12 horas) pudo restar atractivo a Costa Rica frente a otras locaciones.


Recolocación en empresas existentes: Como se mencionó, PROCOMER y CINDE están  canalizando los perfiles técnicos de Intel hacia otras multinacionales en el país que demandan personal con experiencia en manufactura avanzada. Empresas del sector de dispositivos médicos, electrónica de precisión y servicios de ingeniería han manifestado interés en contratar parte de estos profesionales. Por ejemplo, corporaciones como HP, IBM, Boston Scientific y Sykes ya en 2014 absorbieron a ex-Intel despedidos, y una dinámica similar podría repetirse ahora dada la demanda vigente de ingenieros y técnicos electrónicos.


Llegada de nuevas inversiones: Simultáneo a las salidas, Costa Rica continúa atrayendo nuevas empresas de base tecnológica. Un ejemplo destacado es Applied Materials, el mayor proveedor mundial de equipos para fabricar semiconductores, que en 2025 estableció su primera operación latinoamericana en Heredia.


Crecimiento de otros sectores dinámicos: Costa Rica ha diversificado su matriz de inversión extranjera. Sectores como el de dispositivos médicos, servicios empresariales y tecnologías digitales siguen creciendo y demandando personal. El país es hoy el segundo exportador de dispositivos médicos de Latinoamérica, con múltiples plantas en zona franca que regularmente necesitan ingenieros de procesos, personal de calidad y operarios calificados.


En conclusión, a pesar del impacto inicial de los despidos, el panorama no es de estancamiento sino de transición: Costa Rica cuenta con un ecosistema capaz de reabsorber gran parte del talento liberado. La combinación de esfuerzos de recolocación, nuevas inversiones llegando y el dinamismo de sectores alternos indica que muchos de estos colaboradores altamente calificados podrán reintegrarse pronto en el mercado laboral, incluso aportando su conocimiento a impulsar otras industrias.


Fuentes:

Intel Costa Rica, MSD y comunicados oficiales; Semanario Universidad; El Financiero; La Nación; Diario Extra; Repretel; datos del INEC y Ministerio de Trabajo; declaraciones de Cámara de Industrias y COMEX . Todas las cifras y afirmaciones han sido respaldadas por informes de prensa y fuentes oficiales para garantizar la precisión en el análisis.


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