Por Gabriela Páez.
Importancia del control contable de los Inventarios según las NIIF
a contabilidad del inventario implica determinar los recuentos de unidades precisos que comprenden el inventario final y luego asignar un valor a esas unidades. Los costos se utilizan para registrar un valor de inventario final, así como para calcular el costo de ventas o costo de la mercadería vendida. Con un control de los inventarios se puede generar ciertas ventajas como:
Mejorar el nivel de servicio al poder informar al cliente sobre la disponibilidad.
Facilidad de cumplir plazos de entregas.
Evitar ventas pérdidas por falta de producto.
Cálculo de puntos de reorden.
Minimizar el robo o mermas.
Sin un debido control de inventario no solo podemos perder ventas sino también clientes, pero, ¿sabemos cuál es el tratamiento contable correcto?
Medición de los Inventarios
La NIC 2 nos dice que deberán medirse entre el importe menor entre el costo y el valor neto de realización. Recordemos que el valor neto realizable será igual al precio estimado de venta menos los costos necesarios para llevar a cabo la venta o terminar su producción.
Un tema imperante de la contabilidad y los inventarios es la cantidad de costo que debe reconocerse como activo diferido hasta que los ingresos sean reconocidos. Estos costos serán todos los que se deriven de la adquisición y transformación, así como cualquier otro costo que se incurra antes de poder poner el producto en venta. Las técnicas de medición de costo de los inventarios ya sea por el método del costo estándar o el método de los minoristas, podrán ser utilizados a conveniencia siempre que el resultado de aplicarlos se aproxime al costo.
El cálculo del coste de inventarios de productos que no son intercambiables, se determinará por medio de la identificación específica, para el resto el método utilizado será el “FIFO” primera entrada primera salida (por sus siglas en inglés) o costo promedio ponderado.
Volviendo al valor neto realizable, su objetivo es medir los inventarios de forma tal que esté no esté sobrevalorado en los estados financieros, tomando en cuenta que el costo de inventario es el que ya tenemos en libros, entonces, lo que nos queda por hacer es determinar el valor neto realizable, este valor se puede calcular de varias maneras y dependerá en gran parte del tipo de inventario que posea. Por ejemplo, si tenemos un producto con un costo de inventario de $1.500 y un valor neto realizable de $1.900; al compararlos podemos notar que el valor neto realizable es mayor que el costo, por tanto, no deberíamos realizar ningún ajuste. Ahora bien, si el costo de inventario fuera de $1.500 y el valor neto realizable de $1.300 observamos que este último es menor, por tanto, la norma nos indica que se deberá reconocer una pérdida por deterioro.
Por otro lado, cuando utilicemos el valor neto realizable existen algunos puntos a considerar:
El valor neto realizable se calcula para cada producto en forma individual. Sin embargo, en productos similares agruparlos puede ser la mejor opción.
La estimación del valor neto realizable puede considerar hechos posteriores al cierre de estados financieros, en la medida que confirmen condiciones existentes al final del período.
No se rebajaran las materias primas y otros suministros a su valor neto realizable en la medida que los productos terminados a los que se incorporen sean vendidos al costo o por encima del mismo.
Se debe realizar una nueva evaluación del valor neto realizable en cada periodo posterior, debido a que se puede presentar un aumento o disminución del mismo calculado previamente.
Tener en cuenta que si son inventarios de lenta rotación es muy posible que sus precios hayan caído en el mercado, en ese caso evaluar sus costos con sus precios de mercado y realizar una estimación por desvalorización de inventarios.
Revisar los costos unitarios valorizados y estar pendiente de aquellos productos cuyos precios han caído por debajo del costo.
Verificar que las deducciones del valor en libros al valor neto realizable que se reconocen como gasto en el período en que ocurrieron.
El reconocimiento del gasto según la NIC 2 detalla; “Se realizará cuando los inventarios sean vendidos, el importe en libros de las mismas se reconocerá como un gasto del ejercicio en el que se reconozcan los correspondientes ingresos ordinarios. El importe de cualquier rebaja de valor, hasta alcanzar el valor neto realizable, así como todas las demás pérdidas en los inventarios, se reconocerán en el ejercicio en que ocurra la rebaja o la pérdida. El importe de cualquier reversión de la rebaja de valor que resulte de un incremento en el valor neto realizable, se reconocerá como una reducción en el valor de los inventarios, que hayan sido reconocidas como gasto, en el ejercicio en que la recuperación del valor tenga lugar”. Cabe aclarar que el tratamiento contable según las NIFF difiere del tratamiento fiscal, y la adaptación de las normas no implica cambios en las leyes fiscales, por tanto, recuerde realizar la debida conciliación fiscal para efectos de determinar según la legislación el impuesto a las utilidades.
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