Por Katherine González.
La humanidad siempre va en busca de cambios, de encontrar mejoras en la calidad de vida, de optimizar su tiempo y generalmente se desemboca en una revolución. La primera revolución industrial, las cuales son expresiones que denominan una mega etapa de la evolución técnico-económica de la humanidad, fue cerca de 1780; para 1870 se da la segunda revolución industrial y cien años después se da la tercera. La cuarta mega etapa es la que estamos viviendo ahora con la cuarta revolución industrial.
Hace cerca de 560 años se fundaron las bases de la contabilidad moderna con la conocida partida doble de la mano de Luca Pacioli, matemático, contador y economista de la época del renacimiento.
El contador tuvo estas bases y mantuvo su línea de trabajo estable y rutinaria en libros de diario y ciclos contables manuales hasta 1960 donde se comienzan las gestiones de los primeros ERP o software de gestión, después de este año las tareas normales de la parte administrativa de las empresas toman el camino de la sistematización en las líneas de trabajo como el control de inventarios y los registros diarios.
Avanzando en este camino, los sistemas ERP han sistematizado la mayoría del trabajo en los puestos administrativos dejando por delante dos opciones, el olvido por la sistematización o caminar junto con la revolución.
El olvido por la sistematización ocurre por todas las tareas donde una vez los puestos administrativos tenían total control manual, como el ciclo contable completo y la elaboración de los estados financieros, el registro de las planillas con los controles de los colaboradores, el manejo de los inventarios o la presentación de las declaraciones fiscales ante las instituciones de administración tributaria. La sistematización de tareas ha tenido un impacto en los puestos administrativos y dentro de los equipos de análisis financieros de las empresas, ya que cada vez se necesitan menos puestos para manejar inclusive más tareas.
Los profesionales en el área contable – administrativo deben de observar la sistematización de puestos como fuentes de oportunidades para desarrollarse en nuevos análisis a los reportes de los sistemas ERP y buscar el valor agregado de los trabajos realizados.
El caminar junto con la revolución significa usar estos nuevos sistemas y tecnología a nuestro favor, como el diseño y la creación de herramientas para una mejora en los distintos procedimientos, la implementación de análisis de valor para la administración del talento humano, un mayor seguimiento en las asesorías fiscales y el cumplimiento de las obligaciones tributarias de las empresas.
Como profesionales en el ámbito contable-administrativo la tecnología aprendida debe de observarse como ventaja, ya que con manejar las herramientas de software de gestión se pueden brindar los análisis a los reportes exportados de los distintos sistemas de gestión. Por ejemplo, en el área financiera a final de mes se exportarán los estados financieros de la empresa, pero es solo el puesto de analista financiero que puede verificar si los datos son correctos, ya que el sistema ERP todavía no puede interpretar ese análisis, solo nos brindará datos. Otro ejemplo son los sistemas planilleros conjunto a los relojes marcadores para control de asistencia, los mismos detallan los datos finales de salarios por pagar, pero el análisis de los indicadores de rendimiento y las decisiones pertinentes solo pueden realizarse por parte de los administradores de talento humano.
Según Lucy Skoulding, socia del Accountancy Age, menciona que los puestos contable – administrativo cada vez más se alejan de los roles rutinarios y se acercan cada vez más a ser socios comerciales estratégicos de las empresas (Skoulding, 2018).
Es totalmente innegable que la nueva tecnología permite un mayor análisis de los impulsores del negocio, y los puestos contable-administrativos que buscan seguirle el paso a la revolución 4.0 serán los que utilizarán esos conocimientos y análisis procesables para lograr la ventaja competitiva sobre sus competidores.
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